¿Quién ha dicho estrés?

¿Estrés en el trabajo? ¿Al día le faltan 10 horas más? ¿No puedes más con la presión de tu jefe? Todos creo que podríamos sentirnos identificados con algunos de estos hechos, pero pocos somos conscientes de todas las consecuencias que puede tener vivir en un estado permanente de estrés y presión.

El estrés tiene muchas consecuencias en nuestro organismo tanto físicas como mentales. Hace unos días podíamos leer en varios periódicos la relación que podía tener el estrés, en las mujeres, con el deterioro físico. Se comprobó que las mujeres que habían pasado muchos años cuidando a un enfermo o a niños tenían un envejecimiento más rápido de lo normal. Se pudo observar que las mujeres que vivían en estas circunstancias parecían tener hasta 20 años más de su edad real.

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Hay casos en los cuales la afectación del estrés llega a tal nivel que afecta incluso en la fertilidad tanto de mujeres como de  hombres, miles de parejas acuden diariamente a clínicas de reproducción asistida para poner remedio a problemas de concepción de los cuales muchos vienen provocados por los hábitos de vida poco saludables de hoy en día, uno de ellos el estrés.

Aprender a lidiar con el estrés es un esfuerzo que vale la pena, aquí os dejamos unos pequeños consejos:

Identificar la causa: hay que encontrar el centro neurálgico del problema. Una vez identificado nos será mucho más fácil poner remedio

Tener tiempo para uno mismo: es necesario que cada día podamos invertir media hora en nosotros mismos, observar la situación con calma y serenidad nos ayudara a gestionarla.

Analizar horarios: estudiar las prioridades y delegar. Dos imprescindibles que no debemos olvidar.

Establecer estándares razonables: no es necesario que busquemos la perfección ni que la esperemos de los demás.

Si seguimos estas pequeñas pautas y ponemos de nuestra parte seguro que podemos gestionar mejor esas pequeñas situaciones diarias que nos crean tensión emocional y que finalmente se reflejan en nosotros tanto física como emocionalmente.