Evolución de los implantes dentales

Juventud y tratamiento odontológico parecen ser dos conceptos que van de la mano desde hace ya unas décadas. La función del dentista ha evolucionado en el campo de la ortodoncia estética: su objetivo es dotarnos de una sonrisa blanca y radiante, más allá de arrancar muelas y hacer algún que otro empaste. Para conseguirlo, se realizan diversidad de tratamientos en función de las necesidades del cliente (alineamiento, implante, funda…). ¿Os habéis preguntado alguna vez de qué están hechos estos aparatitos que llevamos en la boca durante muchos años, o incluso toda la vida? A continuación hacemos un repaso de los materiales más usados en ortodoncia.

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La amalgama metálica es la solución más antigua, remontando sus orígenes en el siglo XIV. Consiste en una aleación de diferentes metales (cobre, plata, mercurio, estaño…), muy maleable, que se aplica en el interior de los orificios dentales que se quieren restituir, producto por ejemplo de una caries. Se trata de un compuesto extremadamente duradero. Sin embargo, este producto lleva asociadas polémica y controversia desde hace décadas, debido a la toxicidad del mercurio. De hecho, desde 2008 están prohibidas en los países escandinavos.

Otro material muy usado es el composite, usado también para la obturación de cavidades. Es un material sintético formado a partir de resinas compuestas. Las ventajas respecto a las amalgamas son que se pueden colorar para imitar la tonalidad de los dientes y la mayor adherencia del material a la superficie dental. Sin embargo, no es tan resistente al paso de los años.

Para la colocación de implantes dentales se usa el titanio, metal duro y resistente. Es un material altamente biocompatible, y presenta propiedades químicas excelentes para su uso en odontología, como la resistencia a la corrosión, aunque es sensible al flúor y a los ácidos. Para cubrir los implantes normalmente se usan prótesis de zirconio, material también tolerable para el cuerpo humano. Como ventajas podemos citar su gran resistencia a las fracturas y su elevada similitud con los dientes reales, hecho que proporciona un excelente acabado estético.